miércoles, 2 de diciembre de 2009

No mires atrás



Siempre he creído, que el destino no existe. Siempre he creído que no existe más futuro que el que nosotros nos vamos construyendo. Pero...el presente que he labrado, es mejor que la hipotética situación en la que me encontraría de ser el destino la encargada de manejar mi vida? si me hago esta pregunta, es porque me asaltan las dudas sobre si he manejado los hilos de mi destino de la mejor manera. Ha llegado un punto en que, necesito creer en el destino, usarlo de escudo y excusa para no culparme a mi mismo de ser el culpable de los puntos negros de mi día a día.
No obstante, conformarme con esa explicación, sería una manera de ocultar la decepción que conmigo mismo tengo y una señal de cobardía. Exista o no, un destino que dirija mi vida; es innegable que nuestras decisiones son el motor de nuestras acciones y son ellas las que nos permiten escoger entre una infinidad de caminos que van dando forma a lo que es nuestro presente y será nuestro futuro.
Tengo pues, el poder del destino en mis manos y aún así no hay día que no me arrepienta de algunas decisiones que tome en el pasado. Si el destino fuera único, no sentiría la necesidad de corregir ciertas situaciones puntuales ya caducadas; pues eso no cambiaria nada.
Pero el poder de decidir nuestro destino, conlleva la necesidad de arriesgar, y arriesgar puede conllevar tanto a ganar como perder.
No pocas veces, comienzas a darte cuenta de las consecuencias de tus decisiones; de las cosas que has perdido y que ya nunca volverán o de aquellas otras cosas que nunca llegaron y ya no pueden hacerlo....situaciones, sentimientos, personas....
Saber que todo ello ha sido por decisión tuya, no hace si no dejarte en una situación todavía más contradictoria.
Creo que el mundo ya se encarga lo suficiente de ponerte barreras en la vida, como para que tu mismo te impongas todavía más. La vida ya te arrebata suficientes cosas como para que yo mismo aleje algunas antes de tiempo.
Si el futuro que me aguarda estuviese en manos del destino no podría hacer nada, pero dado que creo tenerlo en las mías;dejo constancia de que nunca más voy a motivar mis actuaciones de acuerdo a nada que no sea lo que realmente me dicte el corazón. De esa forma, munca voy a poder equivocarme; nunca más me traicionare a mi mismo.
De hecho, no se me ocurre mejor manera para comenzar a ser verdaderamente libre....



No te lamentes por lo que has perdido, lucha por lo que te queda por conseguir. Y recuerda que, el mayor poder de una persona; es su capacidad de elección.

2 comentarios:

Escritor dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Shey dijo...

Estoo...porque has borrado mi comentario??